Una de las berlinas deportivas históricas de la industria europea, el BMW M5, está de celebración. De hecho, en 2025 alcanzará los 40 años de historia en plena forma, con récord de potencia en su última generación (727 CV) y, de nuevo, dos carrocerías a elegir, con el retorno de la familiar Touring.
Pero... ¿cómo hemos llegado hasta la actual bestia electrificada, con motor 4.4 V8 biturbo y PHEV? Pues el camino ha sido largo, no cabe duda, y en términos mecánicos ha tenido un poco de todo. De ahí que, unos días después de su presentación, queramos detenernos a analizar la evolución mecánica del BMW M5.
Motores que, hasta este momento, habían 'esquivado' la electrificación y que, durante gran parte de su trayectoria, renegaron de los turbos. Pero los tiempos cambian y ya se sabe: evolucionar o morir...
Fabricado desde finales de 1984, pero presentado en el Salón del Automóvil de Ámsterdam en febrero de 1985, el primer M5 de la historia nació para dar respuesta a los que pedían algo más que los 218 CV que ofrecía el M535i de la época.
¿Solución? Optar por el poderoso motor M88/3, o lo que es lo mismo, el seis cilindros en línea atmosférico de gasolina, con 3,5 litros de cilindrada, que ya empleaba el M635i... y que no era otra cosa que una evolución del bloque de un superdeportivo como el M1.
Con un peso en vacío de 1.430 kilogramos, el primer M5 de la historia era capaz de alcanzar los 245 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 en 6,5 segundos, colocándose como una de las mejores berlinas deportivas del mundo en su época.
BMW M5 E28
Motor 3.5 de seis cilindros en línea
Logo del primer BMW M5
La tercera generación de la Serie 5 supuso un salto en todos los sentidos, desde el diseño hasta el equipamiento tecnológico. Pero en lo que respecta a la versión deportiva, el nuevo M5 siguió apostando por motores atmosféricos de gasolina, con seis cilindros en línea.
De inicio, se recurrió a un bloque de 3,6 litros y 315 CV, para continuar con su evolución en el año 1992, con un 3,8 litros de similar arquitectura, que ya llegaba a una potencia de 340 CV.
Lógicamente, también aumentó el peso del modelo, asomándose a las 1,7 toneladas, lo que no fue un problema para que mejoraran sus prestaciones: 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada) y 6,3 segundos en el 0 a 100. Además, en esta generación se ofreció por primera vez el M5 Touring, un auténtico 'unicornio' en nuestros días.
BMW M5 E34
El BMW M5 E34 tuvo motores de 3,6 y 3,8 litros
BMW M5 E34 Touring
Para muchos, uno de los mejores BMW M de la historia. Y no nos extraña, ya que incluso hoy en día, los Serie 5 E39 siguen siendo modelos muy valorados por su diseño, su calidad de fabricación y sus motores.
Además de todo, cuando se presentó en 1997, el M5 E39 pasó a la historia por ser el primero de la saga en optar por un motor V8 atmosférico de gasolina, que para la ocasión entregaba 400 CV.
Con un peso de 1.795 kg, no tenía problemas para acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y para alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada).
BMW M5 E39
Sistema multimedia del M5 E39
Primer motor V8 de la saga
Lanzado en el año 2005, con BMW ejerciendo como motorizador de la escudería de F1 Williams Racing, la cuarta generación del BMW M5 quedará para la historia por su vínculo con la máxima categoría del automovilismo.
¿El motivo? El motor V10 que equipaba derivaba directamente del que empleaba el FW27 de los que usaban en los circuitos Mark Webber y Nick Heidfeld, aunque convenientemente adaptado a la carretera, con 507 CV de potencia y 520 Nm de par máximo. Eso sí, la transmisión automática SMG, de siete velocidades, no convenció a todo el mundo.
Con un peso de 1.830 kilos, y unas grandes prestaciones, cifradas en 4,7 segundos en el 0 a 100 y los habituales 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada), supuso el retorno al catálogo del M5 Touring, en un número muy limitado de ejemplares.
BMW M5 E60
El único motor V10 instalado en un M5
BMW M5 E60 Touring
Mayor tamaño y mayor peso, que se contrarrestaron con mayor potencia que nunca: esa fue la fórmula empleada en el quinto M5, último de propulsión trasera de la saga y primero que adoptó la turboalimentación y el cambio automático de doble embrague.
Para más señas, el retorno al motor V8 se llevó a cabo sobre un bloque de 4,4 litros de cilindrada, dotado de dos turbocompresores de doble entrada o 'twin-scroll'. ¿Resultado? La mayor cifra de potencia hasta la época, 560 CV, que llegaron a ser 575 en el caso del M5 Competition Edition y de 600, en el M5 30 Aniversario.
En este último caso, la aceleración se rebajaba a los 3,9 segundos (4,3 en el modelo de serie), mientras que la velocidad seguía estando limitada a 250 km/h.
BMW M5 F10
En el M5 F10 llegó el turbo... por duplicado
El cambio manual no estaba disponible para Europa
Tras unos años en los que los deportivos de BMW M llegaron a ser catalogados como modelos "difíciles de conducir" (afirmación en la que se incluía al M5 F10, obviamente), la firma alemana decidió introducir la tracción total en su nuevo M5.
Una pequeña 'ayuda' bastante interesante a la hora de transmitir al asfalto con garantías los 600 CV y 750 Nm que declaraba el nuevo modelo, asegurando una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h (autolimitada).
Ahora bien, para quien quisiera más, existía la correspondiente versión Competition, con 625 CV de potencia, 3,3 segundos en el 0 a 100 y una velocidad punta de nada menos que 305 km/h, y el CS, con 635 CV y 3 segundos en la misma prueba de aceleración.
BMW M5 F90
El motor V8 contaba con la 'ayuda' de la tracción total
La variante Competition llegaba a 625 CV y 305 km/h
La última generación (por el momento) del BMW M5 llega con dos características destacadas principales: ha dado el paso a la electrificación y se ha anunciado el retorno de la carrocería familiar Touring.
Así las cosas, el tren de propulsión híbrido enchufable combina el motor de combustión 4.4 V8 biturbo de 585 CV y una unidad eléctrica de 197 CV, para proporcionar una potencia combinada de 727 CV y 1.000 Nm de par. Datos que le permiten alcanzar los 250 km/h o 305 km/h, si se paga la opción correspondiente, pero con los que obtiene una aceleración peor que cualquiera de las versiones del anterior M5, con 3,5 segundos en el 0 a 100.
Y es que, no deja de llamarnos la atención el tema del peso, ya que si el F90 rondaba los 1.900 kilos, en esta nueva generación, el M5 marca nada menos que 2,4 toneladas en su paso por la báscula.
BMW M5 G90
Toma de carga del sistema híbrido enchufable
En esta generación, volverá la carrocería Touring